LLuvia
Cada gota golpeaba mi campera negra, no me importaba mojarme, es uno de las cosas que tanto me gustan, y si lo sabrás muy bien. Te quedas a mi lado mirándome por si las dudas, te preguntas si usar el paraguas o no. Sabes que me siento a gusto a tu lado , aunque pueda que a veces sea terca contigo y que actuó como una niña, nunca me dejas de lado. Aprendiste conmigo lo que es comprender y entender a la otra persona. Pasan minutos antes que alguno de los dos hable, en realidad, las palabras sobran.
-¿No tienes frió?-aventuras con una sonrisa amable, se nota el brillo azulado de tus ojos por medio de la luz de los autos. Niego con la cabeza, aun así me abrazas fuertemente.-Perdoname.-
-¿Perdonarte?-pregunté, no sabía bien de que me hablabas. Te separaste un poco de mi para ver en mis ojos la confusión que sentía.
-Soy un tonto a veces-confesas acariciando suavemente mis hombros.- Desearía ser más fuerte, mas inteligente.-No te dejo terminar, coloque un dedo sobre tus labios, no quería oír esas tonterías sobre ti. Parpareas varias veces, vuelvo a negar con la cabeza.
-No quiero que seas mas fuerte y nada eso. Solamente te quiero como eres, tonto- trate de usar la voz mas amable que tengo, soy consiente que puede que mi voz sea dura y grave aparte de anormal.
La lluvia vuelve a rellenar nuestro silencio, amo nuestros silencios. Me miras con esa mirada que tanto yo conozco, llena de cariño. Vuelves a abrazarme con determinación, aunque con demasiada fuerza, pero no quiero decírtelo para que no te alejes. El perfume de tu bufanda llega hasta mi nariz, me altera los sentidos. Susurras algo que no logré a oír porque un colectivo pasó cerca causando disturbio.
Simplemente ame ese momento, no habia mal entedidos , no habian palabras imcompredidas y segundos pensamientos. Estabamos tu y yo, en una ciudad que ni siquiera notaba que tan fuerte es nuestro amor, como nuestras miradas se complementaban. Y la lluvia sobre nosotros, el frío no nos alcanzaba, ame tanto ese día.
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